La muerte del joven militante del Partido Obrero Mariano Ferreyra fue la trágica consecuencia de un conflicto gremial que se inició hace meses entre la Unión Ferroviaria (UF) y un grupo de trabajadores tercerizados despedidos, vinculados a partidos de izquierda, que se organizaron por fuera del sindicato de extracción peronista.
El despido de 117 trabajadores de empresas tercerizadas que la línea Roca del ferrocarril utiliza para servicios como limpieza y seguridad, desató una fuerte interna entre ese sector y el gremio conducido por José Pedraza, referente de los "gordos" de la CGT.
En un caso que guarda similitudes con el enfrentamiento que se registra en el sector del subte entre los delegados de base y el gremio de la UTA, estos trabajadores mantienen un estrecho vínculo con partidos de izquierda y salieron a desafiar a la UF a la que acusan de no representarlos y de oponerse a su efectivización.
Sucede que estos trabajadores despedidos denuncian que Pedraza y el titular de ese gremio en la filial de la línea Roca, Pablo Díaz, son propietarios de las empresas tercerizadas, por lo que no les interesa efectivizar a esos empleados, sino mantenerlos en un estado de precarización.
De acuerdo a lo indicado por esos trabajadores, las empresas tercerizadas son libres de emplear y despedir a sus empleados que así lo dispongan y además un trabajador en esa condición percibe sueldos de alrededor de 2.500 pesos, mientras que un efectivo recibe cerca de 7.000 mil pesos.
A modo de presión, los trabajadores cesanteados hace dos meses realizaron un corte de vías que interrumpió durante varias horas el servicio de trenes que comunica a la Capital Federal con el sur del conurbano.
Tras esa medida de protesta, los empleados en cuestión lograron que, en el marco de las negociaciones con la Subsecretaría de Transporte Ferroviario, se reincorporaran a 12 trabajadores despedidos.
No obstante, luego las negociaciones se estancaron, por lo cual retornaron las medidas de protesta, hasta que decidieron este miércoles volver a realizar un corte de vías, el cual terminó de la peor forma, con el fuerte enfrentamiento entre ambos bandos y la muerte del joven militante del Partido Obrero.
La violencia sindical muy a menudo se hace sentir. No nos olvidemos, por ejemplo, el caso de Miguel "Ma-donna" Quiroz, el "tirador" de San Vicente, un hombre vinculado al gremio de Camioneros que disparó contra militantes del sindicato de la Uocra frente a la histórica quinta de San Vicente, hecho ocurrido el 17 de octubre de 2006. Como siempre ocurre, y seguramente seguirá siendo así con otros acontecimientos similares que puedan suceder, las acusaciones y promesas no se hicieron esperar.
Aunque suene a algo común vale la pena recordar lo dicho por la fiscal Cristina Caamaño -tiene a su cargo la causa por la muerte de Ferreyra-, quien aseguró que va a "investigar a fondo" para dar con los responsables del hecho. Ojalá que sea así y se llegue a la verdad.
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