martes, 16 de noviembre de 2010

Boca-River: El fútbol argentino en su máxima expresión

Por Horacio Pagani

Si las realidades de River y Boca son las que son, opacas, complicadas, tumultuosas no podía llegarse al enfrentamiento entre ambos con la calma de la habitualidad. Tras la postergación de la fecha 13 comenzó la discusión sobre el día y la hora de la realización de éste, de la 14. Porque River tenía la semana previa ocupada con grandes recitales pactados mucho tiempo antes. Al fin, intervino la AFA y se acordó que fuera un martes, día laborable, en el infrecuente horario de las 19.

La situación de Angel Cappa, el técnico de River, se había tornado inestable después de siete partidos sin triunfos. Entonces, se tomó la decisión crucial del despido. Pero antes del clásico, para evitar que una eventual derrota lo dejara a Boca como verdugo directo de la determinación. Un pensamiento pequeño, amateur, en medio del superprofesionalismo.


No importó que no existiera plan B, que se diera la circunstancia de pagar tres sueldos de técnicos en simultáneo (Astrada sigue combrando su contrato trunco y a Cappa le deben completar el suyo) que Gallego y Bielsa dijeran que no. Se recurrió a Jota Jota López, coordinador de los juveniles, para salvar la situación y liberar el complejo que podía dejar una caída con secuelas hirientes.

Claro, al final tomó vuelo el optimismo que suele levantar la llegada de un nuevo entrenador, por mucho que el fantasma de la Promoción siga acechando, con el temor a cuestas. Al cabo, faltan 25 fechas para esa definición.

La situación de Boca no es mejor. Las convulsiones de la flojísima campaña no pudieron ser calmadas ni con el retorno de Román Riquelme, la pieza clave del equipo. Porque el propio Riquelme, con una tendinitis aquiliana, volvió a levantar la alarma de las dudas sobre su participación. Aunque se descuenta que estará presente, de todos modos, no deja de ser una inquietud para el entrenador.

Pero la cuestión no podía quedar reducida a ese detalle. Porque el eje central de la novela quedó referido a la exclusión del equipo de Cristian Lucchetti. No es novedad que el arquero no había tenido buenas actuaciones. Especialmente en el de la fecha anterior, ante Argentinos Juniors. Es un personaje especial Claudio Borghi. Demasiado sincero y extrovertido en un medio abrumado por ventajeros y misteriosos. Debe haber meditado la decisión en la larga semana de la vigilia. Y dejó correr los rumores que aseguraban el reemplazo del ex Banfield por Javier García.

Pero no dijo nada.

Prefirió observar las reacciones de los protagonistas. Al final quiso tomar la decisión piadosa y confirmó a Lucchetti en su puesto el sábado, en la práctica final. Pero descubrió una incomodidad de éste supuestamente disconforme por no haber contado con el respaldo antes (?).

Lo interpretó como una falta de confianza en su palabra y tomó la decisión de excluirlo del equipo y marginarlo de la concentración.

Si River y Boca están como están, no podía esperarse calma a la hora del enfrentamiento. Y las evidencias están a la vista.


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miércoles, 10 de noviembre de 2010

Batista, armá la Selección

Empieza el ciclo Checho: Pastore titular, vuelve Román, selección local y otra B europea, y oficina en Madrid para seguir a los cracks.

Entró al predio antes de que comenzara la guardia periodística. Y nadie lo vio. Porque nunca partió. Batista se quedó en Ezeiza luego de un día soñado. El Checho se fue a dormir con la tranquilidad que le dio la reunión cara a cara con la Comisión de Selecciones. El sí tendrá el cumpleaños más feliz de su vida el próximo martes, cuando sople las 48 velitas. El interinato quedará en el pasado. Ya está: Batista Fijo. Y no tiene nada de Piñón...

La charla del grupo de dirigentes que eligió Julio Grondona para hacer realidad su deseo tuvo tres etapas. 1) Hablaron los seis para definir el orden del día. 2) Sumaron a Carlos Bilardo y se le preguntó qué opinaba de Batista. El Doctor dio el visto bueno y dijo que era su único candidato. No se mencionó ni a Sabella ni a Russo. 3) Llamaron al Checho, quien estaba entrenando con el Sub 20. Hablaron de cuál sería su proyecto. El entrenador contó sus ideas y, si hacía falta, terminó de enamorar al grupo de los seis. 4) Sin el DT ni el manager, los directivos (Crespi, Turnes, Segura, Contreras, Julito Grondona y Lerche) hicieron un acta en la que dejaron en claro que la mejor opción para la AFA en estos momentos es Batista. Los motivos: conocimiento de los jugadores, proyección de Juveniles, buena convivencia con el grupo y el apoyo de Messi. ¿Entonces? Se juntarán esta tarde con el Jefe y luego lo elevarán al Comité Ejecutivo para bajar el martillo.

Los pasos legales se tutearon con lo previsible. Y quizá lo más interesante, a futuro, es que este grupo de dirigentes se mantendrá. Y seguirán de cerca al Checho para evitar banquinazos como ya sucedieron en los ciclos de Basile y de Maradona. Aunque del dicho al hecho...

Batista encarará una renovación paulatina de futbolistas. Su primera lista sin condicionamientos será en febrero para el partido con Inglaterra y ahí habrá unas cuantas novedades. Contra Brasil (la nónima saldrá hoy), aún respetará a algunos históricos. Pero que nadie espere que de un plumazo se vayan muchos grandes: la Copa América hará que todo sea mucho más gradual.

Los ejes de gestión del sucesor de Diego son: La Selección local se hará realidad: se entrenarán una o dos veces por semana y ahí se podrá ver a jugadores grandes como Riquelme o Verón, intermedios como Enzo Pérez, Olmedo y Carrizo, o chicos con proyección como Funes Mori, Marchesín y Licha López (de Arsenal).

Una Selección Sub 25, con players que actúan en el exterior y que aún no les da el piné para actuar en la Mayor. Ese grupo también tendrá su agenda de partidos y así se buscará a una generación casi perdida. Ahí se podrá ver a Pablo Piatti, Mauro Zárate, Franco Zuculini, Di Santo, Boselli, Emiliano Insúa, Perotti, Fazio, Salvio y otros.

Oficina en Madrid para el seguimiento de los futbolistas consagrados y, mucho más, para perseguir a chicos que están en las Inferiores de clubes españoles o italianos. Captar un nuevo Messi es la búsqueda de máxima. Aún falta resolver quién será el ex jugador que vive en el Viejo Continente que tendrá ese bendito trabajo.

Los dirigentes se fueron del predio. Batista se quedó. Y sus máximas terminaron flotando en el ambiente: “Hay que apostar a ganar con jugadores bien dotados”. El proyecto que copie a España comenzó ante Irlanda. Basta de carrileros. Se vienen laterales puros. Una Selección con toque, tenencia y renovación de apellidos. Y con Messi (y un paso más atrás Pastore) como bandera.

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Actualización - 10 de noviembre:

Batistuta, colaborador de Batista